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jueves, 21 de octubre de 2010

LA SOLUCIÓN AL HAMBRE NO ES DAR MÁS, SINO ROBAR MENOS

Jean Ziegler es escritor, sociólogo, analista político y anticapitalista. Participa en el comité consultivo del Consejo de Derechos Humanos. Ha escrito “El odio a Occidente” (Península).
Vivimos en un orden caníbal del mundo: (…) más de mil millones (casi una sexta parte de la humanidad) sufre malnutrición permanente. Y mientras tanto, las 500 mayores multinacionales controlaron el año pasado el 53% del PIB mundial. Esta oligarquía del capital financiero organizado tiene un poder como jamás lo tuvo un papa, un rey o un emperador. Creo que la ceguera y la arrogancia de los occidentales es total.
Este orden se basa en tres pilares. El primero es el dumping agrícola (exportar productos a un precio más bajo que en el propio país): la UE exporta productos agrícolas a África a precios muy bajos, lo que destruye la agricultura africana.
El segundo son los agrocarburantes: se queman millones de toneladas de trigo y maíz para proteger el planeta, para reducir las emisiones (…) en un planeta donde cada cinco segundos un niño muere de hambre es un crimen contra la humanidad...
El tercer pilar es la especulación bursátil de los grandes hedge funds («fondos de cobertura» fondos de inversión libre, también denominados instrumentos de inversión alternativa y fondos de alto riesgo) sobre el arroz, el trigo, el maíz, etcétera (…) los alimentos de base. Después de la crisis financiera de 2008, los grandes hedge funds migraron desde los mercados financieros a los mercados de materias primas. Se dedicaron, legalmente, a especular e hicieron explotar los precios de los alimentos básicos.
Las multinacionales son el poder principal en España, Francia y en todas partes. Los Estados de Europa son verdaderas democracias, donde los derechos humanos son respetados. Pero, fuera de Europa practican el fascismo externo, la ley de las multinacionales, que maximizan los beneficios con la explotación máxima de los recursos ajenos. Pero aquí, en el cerebro del monstruo, el pueblo existe con todos sus derechos: una sociedad civil con conciencia puede forzar la prohibición de quemar alimentos para fabricar biocarburantes, puede reformar la Bolsa, prohibir la especulación con materias primas...

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